TRANSCRIPCIÓN:
El Piloto del Puerto Desde pequeño pude observar desde el malecón de Puerto cabello, Estado Carabobo, Venezuela, que cada vez que un barco se disponía a entrar en los muelles era recibido por una pequeña embarcación. Desde esa embarcación subía un hombre al barco y llegaba hasta el timón para asumir el control de barco y llevarlo hasta el lugar donde debía anclar. Ese hombre era el Piloto del puerto. Sin su dirección no era posible para el barco entrar al puerto. Lo que sucede en el puerto de Puerto Cabello sucede en todos los puertos del mundo porque es una ley internacional. Esto me ha hecho pensar en el momento cuando cada ser humano culmine su travesía por este mundo y quiera entrar al Puerto Celestial. Para entrar allí todos necesitamos Del Piloto del Puerto Celeste, que es Jesucristo. Todos necesitamos que el tome el control de nuestra viuda y nos conduzca a ese destino final. Todos estamos navegando en las aguasde este mundo. Muchas veces lucen tranquilas y disfrutamos de momentos felices el planofamiliar, de los estudios, del trabajo, etc. Otras veces sus aguas se agitan, se vuelven turbulentasnos llenan de temores y ansiedades ya sea por enfermedades, rupturas familiares, vicios,violencia, maldad…. Así es la vida en este mundo. La Biblia compara a las naciones con lafigura de un gran mar. También declara que “Los impíos son como el mar en tempestad, queno puede estarse quietos”. Isaías 57:7. Sin embargo, lo importante es saber hacia donde llevo yo mi embarcación. Tal vez, hasta hoy has piloteado tu propia vida, tu propio barco y te preguntamos ¿Hacia dónde vas? ¿Serás queandas a la deriva en alta mar? Cristo es aquel que pude y quiere asumir hoy mismo el control detu vida hasta llevarte al puerto seguro. Me acuerdo en la niñez cuando nos acercábamos para contemplar a los barcos atracadosen los muelles, nos atraía ver las banderas de cada uno. En los barcos habían barcos que veníande distintos piases y ahora estaba compartiendo un mismo Puerto. Cada barco con su propioCapitán, pero para poder entrar al Puerto cada uno tuvo que ceder el control del barco al Pilotodel Puerto. Nos alegra pensar que allí en el cielo veremos a multitudes de personas de distintaspartes del mundo, de distintas lenguas y culturas. Son personas como este servidor que un díareconocimos la necesidad de ceder el control de nuestras vidas al Señor Jesucristo para poder disfrutar la nueva vida y entrar al cielo. El vino a nuestro encuentro y le abrimos nuestro corazónpara recibirlo como nuestro Salvador y Señor. Cristo abrió la puerta del cielo para nosotros lospecadores cuando el murió en la cruz por nuestros pecados. Podemos decir de Cristo: “Porqueeste Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; El nos guiará aun más allá de lamuerte” Salmo 48:14. Su tú quieres llegar a un destino feliz, necesitas a Cristo. El mayor pecado es el orgullode pensar que no tienes necesidad de Cristo. Por eso la Biblia enseña: “El que cree en el Hijotiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Diosestá sobre él” Juan 3:36. Oye la voz del al Salvador y déjalo entrar en tu corazón. “He aquí, yoestoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él” Apocalipsis3:20. ¡Abre ya tu corazón al Señor Jesús!
Dr. Bernardo Chirinos
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